¡Hola! Y bienvenidos a mi primer post.
Quisiera presentarme primero: Mi nombre es Daniela, soy diseñador gráfica de profesión, y actualmente tengo demasiados hobbies, uno de ellos: escribir. Y bueno, hoy les contaré mi historia.
Pequeña pero soñadora: De garabatos a palabras.
Cuando yo estaba muy, muuuy pequeña (allá por los 90’s), recuerdo que hacía dibujos de Sailor Moon y Tuxedo Mask y me ponía a garabatear líneas onduladas, tal cual se ven los textos en las series animadas. En aquel entonces, yo apenas estaba aprendiendo a leer y por supuesto, aún no sabía escribir, por lo que ahora de grande, creo que eran mis primeros intentos de escribir fanfics. Quién lo diría, yo inventando historias antes de saber escribir. Más grande, solía aburrirme cuando me tocaba ir a misa, por lo que mi mente salía de la capilla y volaba entre mundos. Luego, llegaron más series de anime como InuYasha y ahí estaba Daniela, escribiendo más fanfics y uniéndose a foros como el antiguo CemZoo (¿creo que así se llamaba), donde los publicaba. Por supuesto, no eran tan buenos, o al menos lo que mi escasa memoria logra evocar.

c.2004
El ‘Milagro’ de mi primer mundo, y los cimientos del mundo de Iloriel.
A mis once años, recuerdo haber escrito mi primera historia. Se llamaba ‘Miracle’, y trataba de dos hermanas gemelas que tenían superpoderes y formaban parte de un grupo de heroínas severamente inspirado en Winx Club. Lastimosamente (o más bien afortunadamente), perdí esa historia y lo que queda son hojas con un capítulo de la historia, escondidos en alguna parte de mi casa.
Años después, en el 2008, decidí empezar una historia de 0. Mantuve muchos elementos de ‘Miracle’, como el tema de las gemelas (creo que es porque siempre quise una hermana gemela, así que esa era como mi obsesión en ese momento), el hecho de que fueran princesas y los elementos mágicos, además de combinarlo con muchos detalles que me encantaban de series que veía en aquel momento como Fullmetal Alchemist y Blood+. Estas dos series me inspiraron mucho en la parte del aspecto físico de los personajes, y de la segunda me inspiré para muchos detalles, como que Evelyn/Elune se parece mucho a Diva, el resplandor de los ojos cuando pelean y muchas cosas más. Además, también empecé a dibujar estilo manga, pues de esa forma era en la que yo podía plasmar y darle una apariencia más tangible a mis personajes.
Al igual que mi estilo de dibujo, mi novela fue transformándose con el paso del tiempo. Muchas versiones de la historia pasaron por la punta de mi lápiz, mientras me distraía en clases en mi penúltimo año de colegio. Pasaba en hiatus por bloqueos de escritor o por situaciones de la vida, y al final volvía a empezar un nuevo borrador. Pero la esencia siempre se mantuvo: Una chica que se descubría a sí misma, mientras enfrentaba a su destino.

c. 2007
Y así pasaron quince años. Iniciando una y otra vez, intentando buscar las primeras líneas perfectas para empezar aquella historia. Durante las primeras semanas de la pandemia, en el 2020, decidí hacer ese último intento. Pero esta vez, me dije que lo haría de la forma ‘correcta’. Tras muchas guías de libros y escritores ya establecidos, trabajé en el worldbuilding, un poco en el sistema mágico y en las fichas de personaje. Después, en la estructura de la novela. Sentí que ‘El camino del héroe’ se podía prestar para dar una buena base, por lo que adapté mis ideas y, teniendo la estructura lista, tuve luz verde para iniciar.
Tres años después, y tras largas rondas de edición, sentí que por primera vez, estaba satisfecha con mi trabajo. Estaba listo, estaba terminado. Nunca había experimentado tal satisfacción de decir: ‘Ya la terminé’. Qué bien me sentí. Ahora venía la parte de registrar la novela, cubierta, maquetación, etc. Afortunadamente, había adelantado mucho en mi curso de Diagramación Editorial, donde mis compañeras de clase más cercanas se emocionaron junto a mí al conocer mi historia, y compartieron la emoción al saber que ya estaba a punto de publicar.
En cuanto tuve el papel demostrando mis derechos de autor, establecí una fecha donde mi libro estaría disponible al mundo.
13 de diciembre del 2023, ése sería el día.

Hoy es 29 de abril del 2025. No he vendido muchas copias de mi libro, pero en estos momentos más de 80 personas que han aprovechado los días gratis lo tienen en su Kindle. Mi yo de 15 años, jamás habría imaginado a tantas personas interesadas por su historia. Jamás imaginó que cumpliría su sueño de tener un libro en sus manos que llevara su nombre. Solo era un sueño de adolescente, un hobbie que se convirtió en una aventura, tanto escribiéndolo como publicando.
A esa bebé que garabateaba historias antes de aprender a escribir.
A esa niña que le gustaba imaginar aventuras.
A esa adolescente que escribió.
A esa adulta que publicó…
Muchas gracias. Sin ustedes, no habría visto con mis propios ojos, que los sueños se pueden hacer realidad, y que la vida puede ser una aventura si así lo deseas. Y aunque no sepa qué me deparará el futuro, en palabras del Doc Brown, ‘Tu futuro todavía no ha sido escrito, ni el de ninguno. Tu futuro es el que tú te formes‘. Continuaré escribiendo historias, al mismo tiempo que escribiré y viviré la mía.
